Piensa en tu última compra, ¿por qué hiciste la compra? Quizás lo primero que te viene a la mente es: "Estaba en oferta, por lo que ahorré dinero", "Me permitirá hacer las cosas más rápido" o posiblemente "Mejorará mi salud". Éstas son razones lógicas. La realidad es que estas no son las razones por las que compraste, es la forma en que justificas la compra.